Adam Appleby está casado con Barbara y, como son católicos practicantes, militantes y recalcitrantes, rechazan los métodos anticonceptivos no aprobados por la Santa Madre Iglesia y optan por combinar la abstinencia y el método de la temperatura basa¡. Pero como la carne es tan débil y falible es el trasnochado método, Appleby es ya padre de tres hijos y el retraso del periodo menstrual de su mujer parece anunciar un cuarto que si llega desestabilizará definitivamente la economía familiar. Adam Appleby prepara una tesis sobre la novela victoriana y acude cada día a la sala de lectura de la biblioteca del Museo Británico, donde conoce a un americano que trabaja para un millonario que pretende comprar el edificio y trasladarlo piedra por piedra a Estados Unidos. Adam Appleby está además empeñado en redescubrir la obra de un escritor católico menor ya fallecido, lo cual le lleva a contactar con una joven de apariencia mundana pero escasa práctica que, a cambio de que la despoje de su virginidad, le ofrece una novela inédita y picante del apostólico literato que echaría por tierra su beatífica reputación. La que de entrada queda en entredicho es la de Appleby, cuando los requerimientos amatorios de la chica le llevan a quedarse en paños menores, que resultan ser las bragas de su esposa, y es que la abstinencia carnal es caldo de cultivo de pequeñas perversiones... Esta desternillante sátira repleta de jugosos guiños literarios, capaz de resquebrajar la más inquebrantable flema británica y de provocar las carcajadas del más ortodoxo católico, dio a conocer internacionalmente el talento jocoso y punzante de David Lodge y lo encumbró como uno de los más agudos humoristas de las letras inglesas.