Muestra, enseña y convence de que se pueden crear y recrear nuevas posibilidades en la práctica de las actividades acuáticas, y en su aplicación a niños sanos y también a discapacitados. La filosofía de esta metodología consiste primordialmente en que rescata en el niño parte de su autoestima, al saberse capaz de una nueva y gratificante actividad, lo que redunda en la mejora del resto de su aprendizaje y en su posterior actitud frente a la vida. Este texto está dirigido a quienes se esmeran generosamente por reparar daños que el niño ha sufrido, colocando su saber y estudio constante al servicio de esa reparación.