James Hadley Chase está considerado uno de los grandes maestros de la novela negra, un incomparable creador de suspense. Boileau y Narcejac, los autores de las diabólicas, consideran que es el descubridor de la fórmula de la --novela cruel--. Este descubrimiento se produjo en El secuestro de Miss Blandish, la primera novela del autor, posiblemente inspirada en santuario de Faulkner, que lo lanzó instantáneamente a la fama y de la que se han vendido millones de ejemplares. Hadley Chase echó en ella, como en una coctelería, todos los ingredientes posibles: padillas de asaltantes de bancos, policías corruptos y sádicos, un detective privado con una suculenta secretaria, secuestros, drogas, alcohol, perversiones sexuales y un psicópata asesino cuya brutalidad y sangre feria han resultado difícilmente homologables desde entonces. La banda de los Grisson -cuyas hazañas filmara Robert Aldrich en una película con este título-, capitaneada por MA Grisson, una madraza despiadada que tiene en su hijo Slim un digno sucesor, secuestra a una bella y rica heredera, Miss Blandish, cuya vida se transforma a partir de ese hecho en un veloz descenso a los infiernos. Porque Slim Grisson encontrará en ella el objeto perfecto para saciar sus más oscuros deseos.