Desde que el mundo es mundo, vivir y morir vienen siendo la cara y la cruz de la misma moneda echada al aire, pero si sale cara es todavía más absurdo. Para mí, si quieren que les diga la verdad, lo raro es vivir', comenta uno de los personajes de esta historia. De hecho, la protagonista y narradora, una chica de 35 años que acaba de perder a su madre y busca un difícil acuerdo entre las heridas del pasado y la sed del presente, a lo que se enfrenta sobre todo es a la extrañeza de seguir viva y manteniendo abierta la curiosidad ante lo inexplicable.