El declive, la decadencia y el deterioro son parte necesaria de la vida y del crecimiento; debemos aprender a valorarlos y a gestionarlos bien. Éste es uno de los mensajes del último libro póstumo de Kevin Lynch. De todas las criaturas vivas, los humanos somos los supremos creadores de desechos, aunque sólo recientemente hemos comenzado a pensar seriamente acerca de las formas de nuestro derroche. Va quedando claro que nuestros desechos nos afectan profundamente; amenazan nuestros sentimientos, nuestra salud y nuestro confort diario, así como nuestra propia subsistencia.