Este libro es sin duda un aporte de actualizado valor: no se contenta con los hallazgos personales, va en búsqueda de otros interlocutores, colegas de Argentina y de otros países, que llevan muchos años investigando y definiendo procesos en Musicoterapia. No se trata de descuidar lo propio, de sobredimensionar lo extranjero, se trata de una apuesta al trabajo conjunto. Involucrarse en el campo de lo sonoro es abrir una posibilidad a que el estremecimiento y la sensibilidad siembren los embriones de un discurso nuevo y renovado.