En este último libro, que incluye una introducción al pensamiento del autor y una entrevista al mismo, Lipovetsky retoma su itinerario intelectual, pero aporta un elemento suplementario: lo «posmoderno» ha llegado a su fin; hemos pasado a la era «hipermoderna». Esta época se caracteriza por el hiperconsumo y el individuo hipermoderno: el hiperconsumo absorbe e integra cada vez más esferas de la vida social y empuja al individuo a consumir para su satisfacción personal; el individuo hipermoderno, aunque orientado hacia el hedonismo, siente la tensión que surge de vivir en un mundo que se ha disociado de la tradición y afronta un futuro incierto. Los individuos están corroídos por la angustia, el miedo se ha superpuesto a sus placeres y la ansiedad a su liberación.