La tradicional distinción entre responsabilidad contractual y extracontractual tiende a superarse por medio del llamado Derecho de Daños, perspectiva integradora que permite abordar de manera más completa las diferentes cuestiones que se plantean cuando han de componerse los intereses que entran en conflicto si una persona causa un perjuicio a otra. Esta es la perspectiva de esta obra, sin perjuicio de que el centro de gravedad se sita en la responsabilidad extracontractual procurando no incidir tanto en las cuestiones más básicas que de algún modo ya están superadas como en la interpretación jurisprudencial más actual de los preceptos legales y en los problemas específicos que puede suscitar la normativa sectorial.