Orlando Pedroso sorprende al lector de cualquier edad por su originalidad en plasmar el texto y las imágenes deVida sencilla. Las páginas son vistosas, las frases precisas, pero son los trazos de los dibujos los que subyugan. Sencillos, muy sencillos, porque para el personaje Irineu la vida es muy sencilla. No necesitaba más que unas poças rayas para vivir. Ni más que dos para llegar a casa. Una sola para colgar la ropa. De trazo en trazo, uno por aquí, otro por allá, Irineu va donde quiere: a su casa, escribe música, juega al balón... intenta no enrollarse demasiado y comprende que cada uno tiene su forma de hacer las cosas.