Bahía de Lyme, 1867. El joven Charles Smithson, ha ido a visitar a su prometida. Llevado por su afición a la paleontología hacer largas excursiones por los bosques en busca de fósiles. En una de ellas conoce a Sarah Woosroff, a la que los lugareños llaman Tragedia, por su inamovible expresión melancólica, o "la mujer del teniente francés", por el romance que vivió con un marino de esa nacionalidad que llegó a esas costas herido en un naufragio y una vez recuperado la abandonó.