En esta singularísima obra, el autor nos pasea por toda suerte de suicidios imaginarios, entre los que se encuentran: viajar y perder países, inventar personajes que evitan que nos arrojemos al vacío, perseguir vidas ajenas, morir de amor, coleccionar tempestades, interiorizar a los muertos, perderse, resignarse a la grisura de la vida, practicar la saudade, convertirse en fantasma. Un inquietante itinerario moral a través del tema de la muerte por mano propia, sin sucumbir al suicidio pero sin escapar de él.