Esta es la historia de Chingachgook y su hijo Uncas, últimos supervivientes de una raza que ha dado origen a varios pueblos esparcidos por lugares que hoy corresponden al norte de México y regiones de Estados Unidos y Canadá. Esos pobladores han sido expulsados de sus tierras, consideradas territorio sagrado, por los “caras pálidas”, que les han prohibido vivir según sus tradiciones y creencias, hasta la extinción de su raza.