Las fábricas han dejado de ser aquellas monótonas formaciones de ladrillo y de hormigón en las periferias de las ciudades. Actualmente, estas construcciones son más que simples contenedores para el desarrollo de la actividad industrial. Los extraordianrios edificios, ilustrados en Arquitectura para la industria, ofrecen un entorno más propicio para sus usuarios y presentan su lado respetuoso con el medioambiente.