Si las Memorias de un antisemita son una reconstrucción irónica y evocadora de la vida de un aristócrata nacido durante la primera guerra europea, y una reflexión, desconfiada e inquieta, respecto de la «diferencia», y si Flores en la nieve es la recreación de un mundo que, aunque desaparecido con la Segunda Guerra Mundial, todavía hoy sigue siendo motivo de nostalgia, Un armiño en Chernopol -novela galardonada con el prestigioso Premio Fontane- es un grandioso fresco social de la Europa de entreguerras ambientado en una ciudad «imaginaria» inspirada en la Chernovitz natal del autor, donde se dan cita un sinnúmero de etnias y lenguas, y los personajes más variopintos. Considerado por algunos el Proust de la lengua alemana, Gregor von Rezzori recupera un fragmento de aquella Europa mítica, y lo hace con un lenguaje desbordante. Claudio Magris, en su introducción, apunta que fue «un extraordinario poeta de ese hiato que, para el hombre moderno, se abre entre el yo y la vida». En la Europa de nuestros días, resulta asombrosa la actualidad de este paisaje y la vigencia de sus reflexiones. En resumen, un gran libro, una trilogía imprescindible reunida en un libro, de acuerdo con su viuda Beatrice Monti della Corte von Rezzori, por primera vez.