En un estrecho diálogo con Foucault y Benjamin, Paracelso y Warburg, Overbeck y Melandri, la búsqueda de este libro se concentra en tres figuras conceptuales: el paradigma, que permite reconstruir ese capítulo ausente en la historia de la lógica occidental que es la teoría del ejemplo; la signatura, que, en la estela de los tratados renacentistas y barrocos de signatura rerum, es el operador decisivo en toda teoría de los signos, de la lingüística al psicoanálisis, de la magia a la historia del arte; y la arqueología, que se remonta a un concepto de origen que no permanece aislado en el pasado sino que, como las raíces indoeuropeas en la lingüística y el big bang en la astrofísica, no cesa de actuar en el presente para hacerlo inteligible.