En una pequeña casita de Pennsylvania, que comparte con el babeante tío George y su malvado hijo Cliffie, Edith observa cómo la realidad de cada día la va asfixiando más y más cada vez. Se refugia en su diario, donde construye la fantasía perfecta de una vida completamente distinta... y el desenlace es más sutil, más intenso, más terrorífico que si se tratara de un simple asesinato.