La luengas peregrinaciones hacen a los hombres más discretos, dijo Cervantes, y lo comprobó el capitán Lemuel Gulliver tras visitar a los diminutos habitantes de Liliput, a los gigantes de Brobdingnag, a los disparatados científicos que viven en las nubes de Laputa, y a los mesurados caballos del país de los houyhnhnms. Gulliver advierte que el mismo ser, magnífico al lado de uno más pequeño, es ridículo al lado de otro más grande;que el ser humano,tan orgulloso de su superioridad moral, puede resultar despreciable -\