Un hombre de mediana edad, acorralado por las ruinas de su moralidad y el aborrecimiento de sus semejantes rememora su vida. El personaje se debate entre el rechazo del mundo y su deseo de adaptación, entre su odio y su fascinación por lo que odia. Con un protagonista emparentado con el hombre del subsuelo de Dostoievski, el hombre superfluo de Bernhard y el idiota de Azúa, esta novela afronta con una hilarante exasperación la crisis de nuestro tiempo; el dilema, las pasiones, frustraciones y desorientación del último hombre moral. Una novela excepcional que figurará sin duda entre las más relevantes de la década.