Presenta los métodos más valiosos para cuantificar la amplitud del movimiento articular y evaluar la fuerza muscular. Los exámenes para identificar diferentes patologías neuromusculares, como las pruebas de conducción nerviosa, las de estimulación eléctrica, la electromiografía, etc., tienen aplicaciones precisas pero no sustituyen a la evaluación clínica. El profesional rehabilitador debe dominar el conocimiento de los arcos de movimiento, las acciones musculares y la forma de realizar una evaluación completa. Esta obra responde a estas necesidades, y su puesta en práctica permite conocer el estado articular y neuromuscular del paciente, determinar el diagnóstico etiológico, establecer el pronóstico y programar el tratamiento.