Sin muebles no hay interior. Los diseñadores de interiores trabajan en edificios ya construidos que a menudo han de reformarse para renovar su estética, conferirles nuevas identidades y hacer que cumplan otras funciones. En este libro se examina el papel que desempeñan los muebles en este proceso de transformación de espacios vacíos y sin función, y se analiza el proceso del diseño, fabricación y selección de muebles, así como las estrategias usadas para su utilización. Desde la sencilla disposición de unas sillas de plástico apilables en una sala de reuniones hasta las piezas que van más allá de las definiciones y expectativas convencionales para convertirse en algo similar a la escultura o a la arquitectura interior, el mobiliario transmite inevitablemente una serie de valores simbólicos, estéticos y culturales.