Dicen que el gusano, insecto considerado por muchos un ser indiferente, pasa buena parte de su vida con sus pequeños pasos sin saber que algo grandioso lo espera. Y el momento de la metamorfosis se inicia: es la hora de recogerse, de cambiar, de reinventarse. Pasados 365 días, buscando fuerza dentro de sí, el capullo se rompe y el vuelo más bello ocurre: ¡el de la libertad! ¡Ha nacido una hermosa mariposa! La metáfora de la mariposa es muy semejante a lo que le pasa a Mauricio: pasó buena parte de la vida ajeno a la propia fuerza, creyendo que no era posible cambiar... hasta que un capullo se fue construyendo día tras día; y como lo sabemos, no se puede romper desde fuera tal capullo, es necesario calma, comprensión, paciencia, aprendizaje... Y Mauricio ha vivido (vive) todo eso. Hoy, tras haber alcanzado su peso ideal, habiéndose soltado de las amarras que la obesidad le imponía, ¡finalmente aprendió a volar! ¡Vuele siempre y cada vez más alto, Mauricio!