Em espanhol. Livro novo, importado, em estoque. Subtítulo: Imparcialidad, Reflexividad, Proximidad. El pueblo es la fuente de todo poder democrático. Pero la elección no garantiza que un gobierno esté al servicio del interés general ni que vaya a estarlo. El veredicto de las urnas no puede ser, pues, el único patrón de la legitimidad. Los ciudadanos tienen cada vez más conciencia de esto. Por lo tanto, se ha ido imponiendo una comprensión más amplia de la idea de voluntad general. A partir de ahora un poder no es considerado plenamente democrático si no se somete a pruebas de control y validación, al mismo tiempo en competencia y complementarias de la expresión mayoritaria. Debe plegarse a un triple imperativo de distanciamiento de las posiciones partidarias y de los intereses particulares (legitimidad de imparcialidad), de considerar las expresiones plurales del bien común (legitimidad de reflexividad) y de reconocimiento de todas las singularidades (legitimidad de proximidad).