La realidad del entorno económico actual, marcado por los efectos que el desarrollo tecnológico es capaz de desplegar sobre los procesos de producción y de distribución, así como sobre la decisión de compra de los consumidores y usuarios, ha dado lugar a la proliferación de nuevos modelos de negocio. Sin embargo, la coexistencia de los modelos de negocio tradicionales con aquellos otros surgidos a raíz del e-commerce ha planteado, en el terreno jurídico, cuestiones cuyas respuestas ahora parecen esconderse bajo el complejo juego de interdicciones y colisiones entre los diferentes derechos e intereses subjetivos de los agentes económicos afectados por la actividad empresarial. La convivencia y competición que existe entre ambos paradigmas empresariales ha hecho todavía más acuciante la necesidad de deslindar el alcance y los límites a los que debiera quedar sujeta la actividad empresarial con tal de respetar el libre juego de la competencia y sin que ello suponga, además,