El corazón, dice Pascal, tiene razones que la razón desconoce. Este conocido aforismo del filósofo francés medula la novela de Margo Glantz: Nora García, la protagonista, está de regreso en su pueblo para asistir al velorio de su ex marido, músico como ella, quien acaba de morir de un infarto de miocardio. En esta novela, el corazón es el verdadero centro del relato y de la vida. Y la variación es la clave de la organización narrativa. Se parte del material más trillado para realzar el arte de la combinación, la transfiguración, el uso sistemático de un canon y la edificación de una amplia estructura a partir de una obsesión monocorde. Numerosas intercalaciones y digresiones funcionan a la manera de las variaciones Goldberg de Juan Sebastián Bach, en especial la interpretación caprichosa que hiciera de ellas Glenn Gould. La vida, dice el tango, es una herida absurda. Nora García la va viviendo como un derrumbe, una pulverización, aunque también como la posibilidad de empezar de nuevo, en esta excelente novela de la prestigiosa escritora mexicana Margo Glantz.