F., a los treinta y cinco años, prometió no vivir más de cincuenta. Justo Navarro sigue el rastro de las mujeres, de las lecturas, de los trabajos y los días de un poeta que creía más en la inteligencia que en la inspiración, de un escritor que afirmaba que el único tema que le interesaba eran las mujeres, y cuando las mujeres le abandonaban huía al estudio de las lenguas. Un crítico indispensable y el traductor de Dashiell Hammett en la España franquista. F. es Gabriel Ferrater, y esta historia de F., esta novela o memoria, que puede leerse como el informe que escribiría un detective de Hammett concluye en la fecha en que Ferrater fijó su destino.