El excelente escritor británico no se consideraba un amante de los perros cuando, ya en plena madurez, acabó siendo propietario de un pastor alemán. Él fue el primer sorprendido cuando se convirtió en el amor de su vida, el «amigo ideal» que había buscado en vano durante mucho tiempo. Mi perra Tulip es la agridulce historia retrospectiva de una amistad de dieciséis años. Con detalles vívidos y a veces asombrosos, Ackerley describe la imprevisible conducta de Tulip y sus muy caninos gustos, mientras explica sus torpes pero decididos esfuerzos para hacerla completamente feliz.