En el Kali Yuga, la Edad Oscura en la que -siguiendo la cíclica ley de la inversión de los valores y de las valías- todo está patas abajo, los hijos de Jafet -paladines del Maligno- han sustituido a Nehestan por la Serpiente del Árbol de la Ciencia del Bien y del Mal. Los hijos de la Estrella de Oriente, quemadas sus caravanas, varados en el mundo, vagan -tratando de salvar el alma- por un paraje cuyos árboles no dan más fruto que los mil y un condones del humanismo, y sembrado de cepos progresistas.