El autor reflexiona en esta obra sobre la preocupación por llevar a la Iglesia a una nueva etapa evangelizadora, capaz de dar una respuesta más eficaz a las demandas de la sociedad actual. Partiendo de esta necesidad, propone pasar a la acción, no reducir la evangelización al simple anuncio del Evangelio sino profundizar, como sugiere el actual pontífice, en una Iglesia «en salida», siempre desde la perspectiva de la renovación misionera.