Europa tiene muchos motivos para creer que sus balnearios son especiales. Desde los baños de vapor de los hammam turcos hasta las terapias del vino o enoterapias de Francia, las talasoterapias de Grecia o incluso los baños termales de los Alpes, el continente cuenta con una amplia red de establecimientos que reivindican una identidad propia basada en una tradición que se ha mantenido durante siglos. El descubrimiento más reciente del modelo europeo es el fitness. En la actualidad, los gimnasios constituyen un elemento esencial de los proyectos que conciben el bienestar no sólo como una experiencia agradable y relajante, sino también como el resultado de la actividad física. El diseño es otro aspecto fundamental que distingue a los balnearios del Viejo Continente, que despiertan el interés de grandes arquitectos e interioristas que no dudan en dejar su impronta en dichos espacios. Balnearios con pistas de golf, estaciones de esquí, complejos termales y gimnasios son algunas de las nuevas opciones de las que dispone un público deseoso de poder combinar sus aficiones con la relajación y el deseo de huir de la rutina diaria.