A través de estos ocho capítulos Michon crea la figura del biógrafo biografiado, o de una autobiografía hecha a base de la reconstrucción de las vidas ajenas: vidas minúsculas de sus abuelos, sus compañeros de clase en un internado de la provincia francesa, de aquel niño huérfano que se va a África en busca de una fortuna quimérica. Mezcla sabia e irrepetible de géneros para crear un género nuevo, el lector perspicaz apreciará cómo toda una zona de las letras francesas de hoy en día sale de este pequeño volumen: de la forma en que Michon mezcla dosis exactas de Flaubert, Rimbaud, Faulkner, Proust y Jean Genet para dar con un tono nuevo, tierno y seco a un tiempo, un estilo extremadamente preciso hecho de minuciosas combinaciones de información e invención, de memoria y reescritura de la memoria.