Camino de sirga ha sido unánimemente saludada como una de las mejores novelas de la literatura catalana de las últimas décadas con un gran éxito de crítica y de ventas, coronada con los más prestigiosos galardones. Planteada como un magistral fresco narrativo, en Camino de sirga confluyen la realidad y el mito, la ironía y la ternura, la nostalgia y el ímpetu literario. La novela evoca la desaparición de Mequinenza, una ciudad en el enclave del Ebro y del Segre, que en un tiempo fue el centro de una importante cuenca minera y de un intenso tráfico fluvial, y que se ve condenada a quedar sumergida por las aguas de un pantano. A través de las vivencias de un sinfín de personajes -navegantes, cupleteras, cafeteros, mineros y burgueses-, cuyos recuerdos se entrecruzan, el autor rememora el último siglo de vida de la población de la ciudad.