Este trabajo explora la función de lo visual en relación con el concepto de mundos alternos que emana de la interioridad de los personajes y su aptitud para inventar, soñar y construir mundos posibles dentro de la narrativa del Nobel peruano. Debido a la consabida afición de Mario Vargas Llosa por la pintura, se observa que varios de sus entes de ficción devienen, a su vez, intérpretes y artífices, desdoblándose en las obras artísticas de manera especular. La índole altamente visual y animada de los submundos de los personajes vargasllosianos enfocados en este estudio, hace que parezcan desplegarse en un escenario o proyectarse en una pantalla de cine.