Analizar la práctica como cultura o la cultura como práctica: este es el desafío que se plantea Agustín Escolano en esta obra. Considerando la historia de la educación como una indagación sistemática acerca de las prácticas con que se teje la vida cotidiana de la escuela, el autor construye sus reflexiones en torno a la idea central de que “el mundo de la práctica, o de la experiencia, juega un papel esencial en la construcción del conocimiento acerca de la escuela y en la fundamentación de la cultura efectual en la que se materializan las acciones y los discursos que ejecutan e interpretan las instituciones educativa y que informan el habitus profesional de los enseñantes”.